Título: En defensa de la destrucción de cámaras
Autor/a: Anónima/o
Tema: Vigilancia
Fecha: 2016
Fuente: Traducido de la versión en inglés disponible en https://usa.anarchistlibraries.net/library/anonymous-in-defense-of-smashing-cameras
Notas: Publicado originalmente en inglés, el 12 de abril de 2016.

Nos estamos haciendo vulnerables a los ataques.

Más seriamente, nos estamos haciendo vulnerables unxs a otrxs. lxs fotógrafxs en las manifestaciones pronto superarán a lxs manifestantes, lxs que están dispuestxs a actuar. esto es algo contra lo que tenemos que luchar. las cámaras son herramientas de vigilancia, y ya sea nosotrxs o el enemigo que las utiliza, estamos participando en nuestra propia vigilancia. Los grupos e individuos que tienen interés en la publicidad y en las oportunidades fotográficas deben reconocer el hecho de que pueden hacer que todxs lxs demás sean vulnerables a la represión y menos eficaces. La operación fotográfica de un grupo es publicidad no deseada en twitter para las 100 personas que lo rodean.

No es una cuestión de los deseos de unxs pocxs dictando la seguridad de la mayoría, es una cuestión de la política de estos deseos. una protesta es un ataque, o al menos, la amenaza de uno. Considerando que esto es una muestra de nuestra fuerza, debemos considerar seriamente: ¿qué es lo que nos hace menos fuertes, menos efectivxs, qué es lo que hace que el colectivo en movimiento sea menos poderoso y esté más en riesgo? Y aquí están las cámaras, que son una extensión de las técnicas de vigilancia.

Detenerse para tomar fotos cuando se forma parte de un grupo grande pone a todxs en peligro, se arriesga a separar a aquellxs con quienes se camina de la seguridad que implica encontrarse en grupos grandes y se arriesga a todxs lxs que están cerca de nosotrxs a que también sean sometidxs al ojo penetrante del lente de lxs periodistas. Esto no sólo somete a lxs demás a tu deseo de publicidad o de quince minutos de fama por tus acciones (una posición ideológica que no debe asumirse que todxs lxs miembros de una acción o formación colectiva desean), sino que también puede llevar a que las personas que están dispuestas a hacer algo interesante se sientan indecisas, después de pasar una hora durante la cual cada uno de nuestros pasos, movimientos de bandera y expresiones es documentado y difundido por la multitud de parásitos que hacen clic en sus cámaras.

La publicidad es un tema. Si estamos en las calles estamos en público; estamos vigiladxs. No podemos escapar de esto. Lo que podemos controlar es la visibilidad inteligible. La razón por la que nos enmascaramos es para volvernos opacxs, para eludir la inteligibilidad. ser fotografiadxs contra nuestra voluntad es un ataque directo a nuestros intentos de ofuscación y debe ser tratado como tal. Las cámaras son herramientas del estado de vigilancia y formas dominantes de control que nuestra propia presencia en las calles busca desmantelar.

Las fotografías en las acciones de nuestros actos nos debilitan y por consiguiente debilitan nuestra capacidad de actuar. Esto no es paranoia, es un hecho. Por cada fotografía policial, hay diez más incriminatorias en twitter. Por cada observación oficial, cada cámara de vigilancia apuntando hacia nosotrxs, nos estamos haciendo la injusticia de permitirnos ser grabadxs, difundidxs y documentadxs por nuestrxs compañerxs, en nombre de la libertad de expresión o de la imparcialidad periodística, el derecho, como quieras llamarlo. y esto tiene que parar.

Este no es un juego inocente donde te ves a ti mismx en facebook y te maravillas de lo rebelde que pareces. La realidad es que la gente se enfrenta a la cárcel por tontos mensajes de twitter. La otra realidad es que a veces no es sólo una tontería. Hay periodistas en las manifestaciones que no sólo capturan su parte de porno de disturbios para excitar a lxs lectorxs de vice. Algunxs fotógrafxs explícitamente tratan de capturar rostros, tratan de atraparte en el acto. Estas personas son ruines y no deben ser protegidas simplemente porque creemos que lxs periodistas tienen algún tipo de imparcialidad, algún derecho que está por encima de nuestros deseos de protegernos.

Nuestra preocupación no se refiere al llamado derecho a tomar fotos en un lugar público. No nos podría importar menos esta aburrida defensa a la que recurren lxs fotógrafxs cuando son criticadxs. Nuestra pregunta no es: ¿cuáles son sus derechos en público? Más bien: ¿dónde están cuando se trata de la lucha social? ¿cómo actúan para seguir rebelándose? En pocas palabras, lxs periodistxs no tienen ningún derecho político a un "espectáculo". Tienen la capacidad de participar en un momento de revuelta y renuncian a esa capacidad consignando el evento a una memoria digital en lugar de una posibilidad futura. Si bien la evidencia fotográfica ha sido útil en el pasado, sostenemos que al priorizar la documentación, en la ignorancia o indiferencia de su efecto sobre una acción, lxs periodistxs no son amigxs en el presente.

Lxs espectadorxs no actúan. Una y otra vez, lxs fotógrafxs realmente inhiben el despliegue de los eventos al pararse justo frente a una acción, corriendo hacia adelante, bloqueando el camino para apoyar a nuestrxs amigxs y documentando nuestros intentos de hacerlo. los ojos sin cuerpo no se mueven, pero pueden impulsar a los enemigos. cuando tomas una fotografía en una manifestación antes de que realmente algo suceda, si algo sucede, la policía puede usar esa fotografía para generar una narración y construir identidades. Podrías señalar a alguien involucradx en algo que aún no ha sucedido, resaltar esa pieza crucial de evidencia que la policía usará para solidificar su caso contra nosotrxs. Inhibir la posibilidad y limitar la potencia no es algo que debamos simplemente aceptar.

Es hora de luchar. Este es un llamado para levantarnos contra aquellxs que están poniendo nuestras vidas en peligro. La gente que toma fotografías y las publica en internet, sin desdibujar los rostros o recortar las identidades, nos pone en peligro y no debemos ser complacientes. En otros países con movimientos mucho más fuertes, la autocomplacencia no es tan dominante; la gente a menudo rompe las cámaras que ve apuntando y documentando a sus amigxs deliberadamente. Destruyen las cámaras porque reconocen que estos instrumentos pueden y de hecho conducen a arrestos, y las detenciones pueden arruinar vidas y destruir un movimiento. ¿por qué tolerar un instrumento que apoya y refuerza nuestra opresión y nuestra vigilancia? Deberíamos aprender de nuestrxs amigxs de toda europa, que son mucho más hábiles en la rebelión que nosotrxs, mucho menos complacientes.

Dicho esto, no somos luditas. al contrario, nos encanta una buena foto y no podemos descartar las cualidades seductoras de las imágenes en la era de los espectáculos. Hay una razón por la que le llamamos porno de disturbios. Incluso hemos impreso y enmarcado los recuerdos que más nos gustan. Reconocemos la importancia de documentar ciertas luchas, para difundir el mensaje, para compartir con nuestrxs amigxs en el extranjero, para ayudar a encender el fuego de la insurreccón. Las fotos mueven a los enemigos, pero también nos mueven a nosotrxs. esta no es una crítica a las cámaras como tales, sino a un uso particular y dominante:

“Las armas como objetos inertes no existen. lo que sí existen son armas en acción, es decir, que se usan (o esperan ser usadas) en una perspectiva dada.... detrás de la cosa siempre está el individuo, el individuo que actúa, planea, utiliza medios para alcanzar fines” (Alfredo Bonanno, ”El rechazo de las armas”).

Tenemos amigxs en lxs que confiamos para tomar buenas fotos, pero la palabra clave aquí es confianza. Lxs consideramos parte de nuestras luchas y lxs consideramos partidarixs y cómplices de la guerra social. Asumiendo entonces que quieres participar en la lucha social como unx amigx y te has comprometido con la cámara, aquí hay algunas pautas propuestas:

  1. Al contrario de lo que muchos consejos de fotografía de protesta te dicen, no te acerques.

  2. Si hay caras en tu toma, difumínalas. Un simple giro en el photoshop no servirá. Estamos hablando de una confusión tal que la policía no pueda revertir el proceso.

  3. Si hay ropa distintiva o identificable en tu toma, difumínala.

  4. Si ciertas identidades sobresalen (los pocos cuerpos negros en una protesta blanca, los pocos cuerpos discapacitados visibles en una manifestación aparentemente sin discapacidad, etc.), borra la foto.

  5. Si eliges participar como espectadorx, entonces comprende que tu participación es secundaria con respecto a lxs que participan activamente en el momento de la revuelta. Esto significa que debes hacerte a un lado, aunque signifique perder esa toma 'ganadora'.

  6. Si es posible -y así suele ser- pide el consentimiento o indica que vas a tomar una foto para que tengamos la opción de dar la espalda o negarnos. Sí, lo entendemos. Estamos en un lugar público y no tienes que preguntar, pero date cuenta de que el hecho de no preguntar nos hace sospechar de tus motivaciones y nos proporciona una razón adicional para afirmar nuestra capacidad de opacidad.

  7. Tu cámara es un arma. El fuego amigo no es aceptable.

  8. Tú eres partidarix de la guerra social. Involúcrate en las luchas que elijas documentar. ¿deben ser documentadas? Si es así, ¿cómo deberían ser documentadas para difundir sus capacidades? Conviértete en unx camarada y gana la confianza de lxs que te rodean. Excepto lxs activistas profesionales, para la gran mayoría de nosotrxs, esto no es una carrera.

  9. Fotografía a la policía.

  10. Deduce más directrices del análisis anterior.

Hasta que una conversación sobre la fotografía de protesta se vuelva más penetrante, hasta que pautas como estas se vuelvan más comunes, hasta que la carga sea para lxs fotógrafxs y no para lxs participantes activxs, hasta entonces…

Este es un llamado para que destruyamos las cámaras. Una y otra vez vemos que se llevan a nuestrxs amigxs porque alguien eligió sus cinco momentos de fama, la excitación de ver su foto con nuestras tontas caras en las páginas de vice, the evening standard, the guardian. Eligen eso por encima de estar de pie junto a sus amigxs y cómplices y luchar contra el estado de vigilancia que nos controla a todxs. Tal vez el hack está de nuestro lado; tal vez piensan que están difundiendo la palabra, propagando la revuelta. No importa. Por ahora, todo lo que están haciendo es contribuir a un clima de inacción, de miedo a la acción, difundiendo información que aquellos que buscan derribarnos usarán en nuestra contra. La próxima vez que veas a alguien clavando su lente en la cara de alguien, acercándose demasiado y de forma personal, bloqueándote el camino para ayudar a tus amigxs con tal de que ellxs puedan conseguir un ángulo ganador, te pedimos que no te quedes de brazos cruzados.

Lucha contra ello. Protege a tus amigxs. #destruyecamaras